Una sevillana de Manuel Pareja Obregón dice que Sevilla tiene una cosa que solo tiene Sevilla. Acto seguido, el maestro comienza a enumerar un sinfín de elementos que hacen única a la ciudad.
Luna, sol, flor y mantilla
Una risa y una pena
Y la Virgen Macarena
Que también es de Sevilla
La ciudad andaluza es unos de los lugares más bellos del planeta y no sabemos explicar por qué. Si es por una cosa, si es por muchas. Si es por la luz, por la música, por la brisa del Guadalquivir o por la historia milenaria. Lo que sí sabemos es que no nos vamos a cansar de caminarla nunca.
Acompáñanos. Ponte unos zapatos cómodos (ya sabes a cuáles nos referimos) y sal a empaparte de la alegría del sur.
Google Map de Sevilla
Santa Rosa, 4
Cuando la cocina no es labor sino fe, surgen proyectos como Estraperlo.
Que no es solo un restaurante basado en producto ecológico y de temporada. Que no es solo una tienda de productos únicos. Que no es solo un lugar en el que aprender cocina en sus programas mensuales de talleres.
Es un homenaje integral a todo lo que supone comer, hacer de comer, cuidar y disfrutar.
http://www.estraperlosevilla.com/
Av. de la Borbolla, 59
Se llama Casa Ozama porque es una casa. O lo fue. Allá por 1912, se alzaba en El Porvenir una hermosa villa con jardín. Más de un siglo después, es uno de los restaurantes más especiales y únicos de Sevilla.
Brasa y fuego, arroces, unos entrantes formalmente basados en las icónicas tapas sevillanas y una disfrutona barra de cócteles y copeteo. Deslumbrante.
https://casaozama.es/
Miguel Cid, 80
Escondida en una de las callejitas que circundan la Alameda de Hércules, la Galería Taberna Ánima se ha erigido como refugio de almas bohemias y enamorados del rock y el jazz.
Música en directo, tertulias en torno al flamenco y, en definitiva, un lugar en el que cobijarse de la frivolidad del mundo.
https://animataberna.wordpress.com/
Alemanes, 27
Si hubiera una clasificación de lugares en los que sufrir el ataque de Stendhal y padecer un patatús por la belleza deslumbrante de la ciudad, uno de los puestos de honor estaría ocupado por La Terraza del EME.
Esa azotea, enfrente de la misma Giralda, es un regalo de la vida que mereces vivir a la hora del crepúsculo.
https://www.laterrazadeleme.com/
Gamazo, 7
Sevilla tiene algunas cosas que solo tiene Sevilla.
Una de ellas es Casa Moreno, una abacería o tienda de ultramarinos con un extra muy atractivo: un bar tradicional de esos que están hechos para cartografiar el paisanaje de una ciudad entera.
Es muy recomendable echar un rato leyendo los aforismos que su dueño pega en las paredes.
Feria, 27
De todos los ecosistemas que se desarrollan en la capital hispalense, el de la calle Feria merece una visita dedicada.
Allí, Casa Vizcaíno es una de las paradas obligadas por la solera del bar, los montaditos de pringá, el bacalao y el rico solecito de la puerta, que hasta en invierno te repara el espíritu.
Cuesta de la Churra, 4
Cuando alguien se entrega por completo a la difusión de la cultura, cuando alguien está enamorado de la creatividad, lo que cuesta mucho es dejar algo fuera.
Por eso, en Un gato en bicicleta huyen de resumir lo que hacen. «Café, vermú, cervezas, dulce, salado, libros y arte (no necesariamente en ese orden)», cuentan en su perfil de Instagram.
Aferrarse a las cosas bonitas, que de eso va la vida.
https://www.instagram.com/ungatoenbicicleta/
Avda. de la Constitución, 24
Hasta donde sabemos, no hay pruebas científicas de la existencia de Dios, pero estaríamos dispuestos a apostar que lo más cercano a esas pruebas son los dulces que se hacen en los diferentes conventos de la ciudad y que se venden en El Torno.
Pestiños, mazapanes, turrones, yemas, bizcochos y otras delicias dulces que, apostaríamos, vienen directamente del más divino cielo.
https://www.dulceseltorno.com/
Lineros, 9
Aunque la historia de El Comercio se extiende por encima del siglo de vida, lo que ha escrito más páginas en sus anales son sus churros. Los hacen en la propia casa y te arreglan la mañana sin rubor.
Conforme avanza el día, las tapas, los montaditos y los serranitos conforman una oferta que, adivinamos, puede extenderse otro siglo más.
Boteros, 26
Si trazas una línea a medio camino entre el rigor semanasantero y el hedonismo más estridente, te sale el territorio en el que se sitúa el Garlochí, uno de los bares más pintorescos que existen en esta galaxia.
Miguel, el patriarca, regenta este local repleto de imaginería religiosa, ídolos culturales paganos, olor a incienso y un rinconcito dedicado a Luz Casal.
Es imposible de explicar. Mejor ver, como dicen en las inmobiliarias.
Céspedes, 21
En Sevilla se grita en los mercados, en los estadios de fútbol y en La Carbonería.
Lo que ocurre es que en este último sitio se hace al compás de las palmas y acompañados por la sonanta.
Absolutamente todas las leyendas del flamenco han cantado aquí. Y quien no canta, también puede sumarse a esta porción disfrutona de la Sevilla bohemia.
Para darle al taconeo con tus zapatos.
http://lacarbonerialevies.blogspot.com/
Orfila, 1
Con su flamante Estrella Michelín, Cañabota se ha convertido en una referencia de la gastronomía moderna sevillana.
Su cocina se cimenta en el mejor pescado y marisco, en un exquisito trato de la brasa y en el buen hacer de sus intrépidos chefs Marcos Nieto y Rafa García.
¡Eh!, y también ofrecen su arte en forma de tapas.
https://canabota.es/
Siendo Sevilla tan hija de su tradición, tiene bastante guasa que una de sus obras más modernas se haya convertido en un símbolo. Y mucho más si tenemos en cuenta la polémica que rodeó su construcción.
Esta moderna estructura, el Metropol Parasol, hace una sombra majísima, tiene una cubierta por la que puedes pasear con unas vistas maravillosas y, oye, es muy disfrutable.
https://setasdesevilla.com/
El Paseo de Cristóbal Colón discurre junto a ese regalo de la naturaleza que es el río Guadalquivir.
En sus 500 metros se concentra un alto porcentaje de los iconos de postal de la ciudad, además de unas espectaculares vistas del barrio “de enfrente”, Triana.
Es un lugar perfecto para terminar tu paseo de exploración por la ciudad.
Se situó a principios del siglo XX en el corazón del Parque de María Luisa. La idea era que el espacio y el edificio formasen parte de la Universidad de Sevilla.
Por lo que fuera, el conjunto acabó siendo la sede del gobierno militar de la ciudad.
Se cambiaron libros por fusiles, pero la plaza sigue siendo uno de los lugares más visitados de la capital andaluza.
https://www.visitasevilla.es/historia/la-plaza-de-espana
Arjona S/N
Ni una ciudad sin su mercado gourmet. En Sevilla, el mercado de degustación de delicatessen está situado a tiro de piedra del Puente de Triana.
Fue diseñado por Gustave Eiffel —sí, ese Eiffel que tienes en mente— y construido en 1883.
20 puestos, marcas punteras, ambiente renovado y un buen lugar para echar el día de asueto. Nosotros, mientras siga habiendo mercados de los de siempre, estamos a favor.
https://mercadolonjabarranco.com/
Mateos Gago, 39
Si en Sevilla le das una patada a una piedra te salen siete palacios.
La Casa de Salinas se construyó en el siglo XVI. Eso es mucho antes de que existiese Instagram, el lugar donde puedes subir la foto de sus columnas y yeserías o los muros recubiertos de deslumbrantes azulejos.
No hay un rincón que no merezca ser escudriñado. Sevilla pura.
https://www.casadesalinas.com/
Tetuán, 29
Paseo Cristóbal Colón, 22
Lo de Sevilla es puro teatro. Y más allá del clásico Teatro Lope de Vega, la ciudad cuenta con este, construido justo antes de la inauguración de la Exposición Universal de 1992.
El Teatro de la Maestranza de Sevilla es obra de los arquitectos Aurelio del Pozo y Luis Marín, y se ha convertido en referente en cuanto a música y danza en el sur de España.
https://www.teatrodelamaestranza.es/
Plaza de la Encarnación s/n
Todas las grandes civilizaciones del sur de Europa han pasado por Sevilla. Y todas ellas tienen un hueco en el Antiquarium, el museo arqueológico de Sevilla inaugurado en 2011 bajo el nuevo icono de la ciudad, el Metropol Parasol o Las Setas.
https://icas.sevilla.org/espacios/antiquarium
Junto a la Giralda hay un callejón que te lleva a una dimensión desconocida, a un universo paralelo protegido por frescas sombras y un silencio reconfortante.
La plaza de Santa Marta es un rincón escondidísimo tras un recodo que sirve para hacer esa necesaria pausa que te deja preparado para seguir paseando con tus zapatos.
Seguro que te suena la historia de la cigarrera más famosa del mundo, el libreto que Bizet hizo eterno. Pues bien, Carmen, esa cigarrera, trabajaba en este edificio a dos pasos de los Reales Alcázares.
La Real Fábrica de Tabacos es, desde hace muchos años, la sede principal de la Universidad de Sevilla, pero conserva toda la magia de esta trágica historia de amor. ¡Ups!, os hemos soltado un spoiler.
https://visitasevilla.es/monumentos-y-cultura/real-fabrica-de-tabacos-universidad-de-sevilla
Trajano. 15
La capital hispalense tiene un legado romano que la impregna desde hace más de 2.000 años.
Ese goteo constante llena la ciudad de influencias reconocibles, como las que inundan este hotel. Formado por dos casas palacio, el lugar es el refugio perfecto para el caminante, ávido de encontrar nuevos estímulos en cada esquina de la ciudad.
La piscina, para quedarse a vivir en ella.
https://www.hotelcasaromana.com/
Sta. María la Blanca, 5
Este hotel es la base perfecta para comerse la ciudad partiendo del barrio de Santa Cruz. Su interior es tan complejo y sugerente que bien pudiera parecer una Sevilla dentro de Sevilla.
Alrededor de 130 habitaciones, 40 patios, y una ensalada de fuentes, estatuas, pedestales, columnas, solerías, muebles de la época, ánforas, botijos y antiguas murallas. Un viaje en el tiempo.
https://www.lascasasdelajuderiasevilla.com/
Rodrigo Caro, 6
Hotel Casa 1800 es un hotel boutique —con hermano mellizo en Granada— de decoración clásica, historia flotante en el aire y un encanto que invade en cuanto cruzas el dintel de la puerta.
Habitaciones espaciosas, luminosas, jacuzzi, terraza y uno de esos patios sevillanos que te obligan a escribir en verso.
https://www.hotelcasa1800sevilla.com/
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